jueves, 30 de marzo de 2017

El inicio de la crisis del PCM (1937-1939)

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El inicio de la crisis del PCM (1937-1939)
Gerardo Peláez Ramos
LA ETAPA DE ascenso del Partido Comunista de México terminó en 1937. Desde el IV
Consejo Nacional de la Confederación de Trabajadores de México, el comunismo mexicano se
vio envuelto en una crisis que sólo en forma parcial comenzaría a remontar en 1960 y que haría
que las posiciones conquistadas en los primeros años del cardenismo, fueran, ya de plano, cosa
del pasado. Dio comienzo, pues, una nueva etapa en la historia del PCM. Éste fue expulsado de
las principales organizaciones obreras y se convirtió en un partido integrado, principalmente, por
campesinos, maestros de primaria e intelectuales. Comenzó, en esas condiciones, la
desobrerización del PCM.
El PCM --que había intervenido en forma independiente en los procesos eleccionarios--,
desde los comicios federales de 1937 hasta bien entrados los años 40, participó por conducto del
partido oficial, con lo que se cerró las posibilidades de construir y desarrollar su propia fuerza
electoral, y, lo que es más grave, llegó a perder su independencia política.
En 1937 la participación comunista en las elecciones internas del Partido Nacional
Revolucionario fue boicoteada por el liderazgo gubernamental. Así, mientras a principios de
marzo de 1937 el Frente Electoral Popular postulaba a Hernán Laborde como su candidato a
diputado por el V distrito del Distrito Federal, Silvano Barba González, presidente del Comité
Ejecutivo Nacional del PNR, se lanzaba a plantear que este partido no podía sostener candidatos
sujetos a otros programas, disciplinas y estatutos. Esto explica la declaración del Buró Político
del Comité Central del PCM el 15 de marzo:
El señor Lic. Barba González pretende excluir de las elecciones internas del
Partido Nacional Revolucionario a los trabajadores que, siendo miembros de
una organización sindical, pertenezcan al mismo tiempo al Partido Comunista.
Tal actitud del Lic. Barba González no se ajusta a las declaraciones hechas por
el Comité Ejecutivo del Partido Nacional Revolucionario en su manifiesto de
septiembre de 1936... (1)
El 4 de abril Laborde volvió a abordar las declaraciones de Barba González y la
disposición de los comunistas de participar en las elecciones internas del PNR. (2)
Las contradicciones siguieron agudizándose. En la Convención Electoral del PNR, se
negaron credenciales a 82 agrupaciones de la Cámara del Trabajo Unitaria del Distrito Federal.
Esto obligó a los no admitidos en la reunión penerreana a sesionar por separado y elegir como su
candidato a diputado al secretario general del Partido Comunista.
La situación se agravó al resolverse que la participación político-electoral de los
comunistas debería canalizarse hacia el apoyo a los candidatos del PNR, en especial a los de la
CTM. (3) La candidatura de Laborde fue retirada.
Por otra parte, las contradicciones en el seno de la CTM entre el grupo de Fidel
Velázquez y los comunistas tendían a estallar. En febrero de 1937, contra la opinión de Vicente
Lombardo Toledano y los lobitos, se constituyó la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza, bajo la dirección de cuadros del Partido Comunista. En abril, Miguel A. Velasco y
Pedro A. Morales denunciaron las maniobras anticomunistas de la mayoría del Comité Nacional
de la CTM. (4)
Pero donde la crisis se manifestaría con toda su fuerza sería en el IV Consejo Nacional
de la Confederación de Trabajadores de México. Desde antes, el Sindicato Mexicano de
Electricistas denunció con vehemencia las violaciones burocráticas a los Estatutos de la poderosa
central. (5)
1. El IV Consejo Nacional de la CTM
A FINES DE abril de 1937, se llevó a efecto el multicitado consejo cetemista. En él, sin respetar
los principios de la democracia sindical, el secretario de Organización y Propaganda del Comité
Nacional de la CTM se arrogó el derecho de reconocer y desconocer representaciones. Las
organizaciones bajo influencia comunista, como la FMTE, las federaciones de la Laguna, Oaxaca
y otras, fueron desconocidas, en tanto que eran reconocidas agrupaciones sin ninguna
representatividad. Esta situación orilló a 23 delegaciones a abandonar la sala de sesiones del
consejo y a continuar discutiendo en el local del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la
República Mexicana.
La crisis, por la vía de la división, había explotado.
En el Informe del Comité Nacional de la CTM se planteaba:
...Antes de que la Federación de Trabajadores del Estado de Coahuila y de que
el propio Comité Nacional intervinieran en los asuntos políticos del estado de
Coahuila, los miembros del Partido Comunista de México que militan en los
sindicatos de la CTM en esa entidad federativa apoyaron al general Pedro
Rodríguez Triana como candidato a gobernador y algunos de ellos se
presentaron como candidatos a diputados locales y federales... (6)
Señalaba como problemas de disciplina:
...los elementos del Partido Comunista de México han continuado en su labor de
tratar de obligar a las agrupaciones de la CTM y a su comité nacional, por
diversos medios, a seguir invariablemente la línea de conducta de su partido.
Cuando el secretario general del comité nacional no está de acuerdo con este
programa es objeto de constantes censuras, lo mismo que otros secretarios del
mismo comité nacional, llegando las censuras a convertirse en injurias y
calumnias que tienen el indudable propósito de sembrar la desorientación entre
los trabajadores de la confederación, de desprestigiar a los secretarios del comité
nacional que no se ajustan a la línea de conducta indicada y hasta tratar de
hacerlos aparecer como elementos derechistas, para que los propios trabajadores
estimen que la línea de conducta del Partido Comunista de México es la que
debe seguirse en el seno de la CTM... (7)
En un discurso, VLT explicaba:
El problema de fondo es éste: que los compañeros del Partido Comunista no han
querido entender que la CTM es un frente único del proletariado, un frente general del proletariado y no una organización homogénea, no una organización coherente
en cuanto a ideología, no una organización que deba obedecer a una opinión única
y a una táctica única, y a una serie de disposiciones únicas.
Cuando se planteó el problema de la unificación del proletariado
mexicano, algunos compañeros lucharon porque se hiciera la unificación sin los
comunistas. Yo fui de los que se opusieron a ese punto de vista; pugné por la
unificación con los comunistas, no por los contingentes que en el terreno sindical
los comunistas representen para México, y particularmente por los que en aquella
época representaban, sino porque un frente único del proletariado debe incluir a
todos los trabajadores mientras éstos no sustenten una teoría contraria a la lucha
de clases... (8)
Los compañeros del Partido Comunista han declarado en muchas
ocasiones, que dentro de la unificación, eran un grupo sectario, sin contacto con la
masa, sin contacto con los trabajadores del país; declaraciones suyas, anteriores, al
Séptimo Congreso de la Internacional Comunista. Al estar en contacto con la
clase trabajadora, por primera vez en la historia del Partido Comunista de México,
han realizado una labor tendiente al control mecánico, simplemente mecánico, de
las directivas de las agrupaciones, y también al control mecánico de nuevos
socios. Están creciendo los compañeros del Partido Comunista en una forma que a
mí se me antoja irregular y falsa, porque no es la adhesión al partido de un
conjunto de camaradas que, en virtud de una convicción surgida de una honda
meditación, se afilian al partido, sino que es un crecimiento artificial, hecho por
determinadas circunstancias de uso político y de uso social, que inflan las filas del
Partido Comunista, pequeñas, pero en una forma que los socios que se aprestan a
luchar dentro del propio partido no son realmente comunistas convencidos en
muchos casos, ni tampoco saben directamente cuál es el propósito que el Partido
Comunista persigue.
Este afán del control mecánico de las directivas, y el aumento ruidoso, el
aumento poco discreto de sus contingentes o de sus socios, es lo que ha
provocado, fundamentalmente, la desconfianza en la gran mayoría de los
trabajadores y en los dirigentes sindicales que no están de acuerdo con la forma de
proceder de estos camaradas del partido. Yo expongo aquí estas ideas, porque ya
se las he expresado con anterioridad a los compañeros del Partido Comunista en
más de cien ocasiones; no hay una semana sin que discuta con ellos este
problema; he expuesto a los compañeros del Partido Comunista el peligro en que
se hallan desde el punto de vista de su desarrollo futuro tratando de obligar
mecánicamente a las agrupaciones a que sirvan a su táctica de lucha y a sus
intereses especiales, y también el peligro que para ellos encierra el agrupar
rápidamente y de un modo mecánico en sus filas a nuevos contingentes sin un
previo análisis... (9)
Los camaradas del Partido Comunista de México están siguiendo una
táctica diversa; están tratando de crecer en la forma que yo no me cansaré de
calificar de mecánica, y como el crecimiento del partido es una cosa ruidosa, poco
discreta, como la he calificado, despierta hondas suspicacias. En muchas partes
del país, en todas las regiones y a propósito de cualquier asamblea sindical o de un
mitin de trabajadores, del mismo modo que se ofrecen periódicos, se ofrecen
cédulas para inscripción en el Partido Comunista; esto sería legítimo si no tuviera desgraciadamente las consecuencias ya indicadas que todos palpamos. (10)
Los compañeros del Partido Comunista cometen el error de haber
colocado a la CTM frente a dos direcciones, mejor dicho: la dirección de la CTM
y dentro de ella su Comité Nacional, y la dirección del Partido Comunista; los
compañeros del Partido Comunista dentro de los sindicatos y en su calidad de
sindicalizados, posponen la disciplina y el interés colectivo de la CTM, al interés
y a la disciplina de su partido. Esto es un error de táctica. Y digo esto porque la
prueba la tenemos frente a nosotros: cuando hay algún problema intergremial de
carácter sindical, que debería ser resuelto por la CTM exclusivamente, por los
directores de los sindicatos o de las federaciones de la CTM, algún compañero del
buró del Partido Comunista, Hernán Laborde o alguno otro, me entrevista para
que resolvamos los problemas intergremiales, sindicales, de la CTM. Esto quiere
decir que los compañeros del Partido Comunista, como acabo de afirmarlo,
obedecen más a la consigna de su partido que a la disciplina sindical de la CTM y
nosotros no podemos tolerar que haya dos direcciones. (11)
Los disidentes publicaron un texto en el que denunciaban:
Las descaradas violaciones a nuestros Estatutos, las provocaciones cada vez más
frecuentes y graves a los derechos e intereses de sus representados, y los
intentos de instaurar una era de tiranía y servilismo en las organizaciones
obreras y campesinas, so capa de mantener una disciplina que en realidad no
representa sino la sumisión incondicional a las resoluciones de determinados
dirigentes, para el logro de sus fines personales... (12)
En un documento elaborado por el ala clasista discrepante, se daban los siguientes
datos: abandonaron el consejo el STFRM, la FMTE, la Federación Nacional de Trabajadores del
Estado, el SME, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Papelera, el Sindicato Ferrocarrilero
Peninsular, la Cámara del Trabajo de Aguascalientes, la CTUDF, la Cámara del Trabajo de la
Baja California, la Cámara del Trabajo de Chiapas, la Federación de Sindicatos Obreros de
Morelos, la Federación de Agrupaciones Obreras de Colima, la Federación de Trabajadores de
Quintana Roo, la Federación de Trabajadores de San Luis Potosí, la Federación de Trabajadores
de Tamaulipas, la Federación de Trabajadores de Nuevo León, la Federación de Trabajadores de
Oaxaca, la Federación de Trabajadores de la Región Lagunera y el Sindicato de Empleados de
Comercio, Banca, Industria y Oficinas Particulares, con 322,570 afiliados.
De acuerdo con el mismo material, permanecieron en el consejo: la Confederación
Revolucionaria Aguascalentense del Trabajo, los sindicatos sustraídos a la federación lagunera,
Federación Regional de Obreros y Campesinos de Campeche, Cámara Sindical Obrera de
Chihuahua (municipio), Federación Nacional de Cinematografistas, Federación de la Industria
Eléctrica, Federación de la Industria Azucarera, Sindicato de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana, Cámara del Trabajo del DF, FROC de Durango (sin contar con los
sindicatos de la Región Lagunera), Federación de Trabajadores de Jalisco, FROC de Nayarit,
FROC de Oaxaca, FROC de Puebla, FROC de Sinaloa, FROC de Yucatán, Federación de
Trabajadores de Tabasco, Federación de Trabajadores de Veracruz, Federación de Trabajadores
de Coahuila (sin contar los sindicatos de la Región Lagunera) y Sindicato de Trabajadores
Marítimos y Fluviales, con un total de 296,345 miembros. (13)
Las cifras manejadas por Lombardo, claro está, eran otras. (14)
La hostilidad de la mayoría del CN de la CTM hacia la Federación Mexicana de
Trabajadores de la Enseñanza y la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, el peso de
los comunistas en el STFRM, la Federación de Trabajadores de Nuevo León y, para esas
fechas ya fuera de la CTM, en el sindicato minero-metalúrgico, era la respuesta a un
fenómeno presente y en ascenso: el desarrollo del Partido Comunista de México, el cual vivió
de abril de 1935 a abril de 1937 un proceso único en su historia: el paso de ser una
organización con muchos elementos de propagandismo a su conversión en un partido con
posibilidades reales de ser de masas, dirigente del movimiento obrero y con amplio peso en el
seno del campesinado y otras fuerzas populares. Los comunistas se convirtieron en ese lapso
en la segunda fuerza en la CTM, en fortalecimiento constante y con líderes muy
representativos como Tomás Cueva, Valentín Campa, Miguel A. Velasco, Cándido Jaramillo,
Gaudencio Peraza, Francisco Patiño Cruz y cientos de dirigentes en los comités ejecutivos de los
sindicatos nacionales de industria y, algo que realmente molestaba a Lombardo y los lobitos, que
cuadros de los sindicatos afiliados antes a la Confederación General de Obreros y Campesinos de
México ingresaran de manera importante al PCM. Este partido, de seguir dicha tendencia, para
fines de 1937 sería, sin sombra de duda, la primera fuerza de la CTM. (15)
El 1º de Mayo, tuvo lugar un mitin en el teatro Hidalgo, en el cual intervino Miguel A.
Velasco, quien denunció la actitud divisionista de Fidel y Lombardo en el caso de los maestros,
en la federación de Oaxaca, en la Federación de Trabajadores de Nuevo León, en la federación de
Coahuila y en el Comité Organizador del Congreso de Unificación del Estado de México;
defendió al PCM de la acusación de que los comunistas mexicanos eran diferentes a los de otros
países. (16)
Frente a la huelga petrolera, todas las fracciones cetemistas se alinearon con el STPRM
y en contra de las compañías imperialistas. Estallada el 28 de mayo, la huelga fue declarada legal
el día 30 y el 9 de junio se levantó el movimiento.
La polémica entre los dos grupos cetemistas se mantuvo en pie. En una conocida revista
lombardista, se expuso en un editorial:
Y así, quienes inmerecidamente se titulan comunistas en México, consumaron,
con motivo del IV Consejo Nacional de la CTM, una obra de división iniciada
indudablemente desde que empezaron a actuar en la gran central sindical,
arrancando a ésta algunos de sus efectivos, que si forman absoluta minoría, no
se debe seguramente a falta de deseos en contrario de los divisionistas. Ahora,
usando sin escrúpulo el nombre de la CTM, pretextan mítines de solidaridad
proletaria o de lucha contra el alza de los precios (¡hasta hoy!) para atacar a la
organización, haciendo gala de un criterio contrarrevolucionario sectario, para
adquirir fuerza faccional, y mantienen una alianza de hecho con enemigos de la
Unión Soviética, tales como cierto líder que, apartándose de la línea de la CTM,
asistió al llamado jurado de Trotsky y publicó hace poco en una revista que
dirige un artículo de ataque a la URSS. Tratando de lograr los mismos objetivos
faccionales y para no perder influencia burocrática, han aprobado con su
silencio la maniobra de cierta dependencia oficial, que prácticamente impidió la
exhibición de una película soviética por la Universidad Obrera. (17)
Un conocido crítico del PC, trotskizante durante un cierto tiempo y definido
anticomunista después de los años 30, escribió:
..Mediante la manipulación de los nombramientos de empleos oficiales, de
dádivas, de influencia burocrática, ha alcanzado tal éxito en este aspecto de sus
actividades, que ahora los jefes del Partido Comunista de México, convertidos
en representativos de la burocracia obrera reformista, han transformado a la
organización que debería ser la vanguardia del proletariado, en un apéndice
político-burocrático del gobierno, e indirectamente de la burguesía... (18)
En la gran lucha por definir quién debería dirigir a la CTM, qué relaciones establecer
con el gobierno progresista de Lázaro Cárdenas, cómo relacionar a los sindicatos con el Comité
Nacional de la confederación, qué métodos de lucha impulsar y cómo participar en las
actividades político-electorales, el gran ganador fue el grupo de los lobitos, encabezado por
Fidel Velázquez, y el gran perdedor fue el Partido Comunista, que en el mes de junio iniciaría
una crisis de la cual ya jamás se repondría.
El PCM hizo enormes esfuerzos por mantener la unidad de la gran confederación
obrera. En el documento ¡La CTM unida!, Miguel A. Velasco y Valentín Campa plantearon: "El
Partido Comunista de México aportará su modesta cooperación, para conseguir la unidad
proletaria y popular. Desde luego se compromete a no contestar ningún ataque que se le lance en
relación con las dificultades de la CTM..." (19)
Sin embargo, la fracción de Lombardo y los lobitos estaba por conservar la unidad
cetemista siempre y cuando se suprimiera la influencia decisiva de los comunistas. Lombardo
Toledano recurrió a los buenos oficios de Earl Browder, secretario general del PC de los Estados
Unidos y miembro del Comité Ejecutivo de la Comintern, quien, seguramente con la intención de
impulsar la unidad del movimiento obrero latinoamericano en contra del fascismo, vino a México
e impuso, no sin la oposición de algunos líderes de la Sección Mexicana, la política de unidad a
2. Unidad a toda costa
EL CC DEL PCM celebró un pleno del 26 al 30 de junio de 1937, con la asistencia de Browder,
en el cual resolvió la política de unidad a toda costa. El secretario general del Partido Comunista
señaló en su informe:
Por eso, el Partido Comunista debe luchar con todas sus fuerzas por el
restablecimiento de la unidad de la CTM y disponerse a hacer todas las
concesiones y aceptar todos los sacrificios necesarios para conseguir la unidad.
Éste es el sentido de nuestra palabra de orden: "Unidad a toda
costa". (20)
...El BP se había pronunciado oportunamente por la permanencia de
todas las delegaciones en el consejo, pasara lo que pasare, y fue impotente para
convencer a las delegaciones de que debían permanecer. El Buró Político en su
conjunto es responsable de esta debilidad. Pero debe señalarse el hecho de que
la fracción comunista del consejo no funcionaba y de que los delegados
comunistas no cumplieron la directiva del BP. Y más aún, que fue un delegado
comunista el que precipitó el desenlace declarando en una asamblea de las
delegaciones descontentas que la convención del Sindicato de Trabajadores
Ferrocarrileros había acordado retirar su delegación. La responsabilidad recae
ante todo en los miembros del Buró Político que estaban presentes, en primer
lugar el compañero Campa. Pero comparto esa responsabilidad, porque el
compañero Campa me consultó por teléfono y me dejé convencer de que "era
imposible volver al consejo". (21)
Laborde explicó el desarrollo de las dificultades y conflictos entre comunistas y lobitos-
Lombardo en el congreso constituyente de la CTM, en las comisiones del CN cetemista, en la
constitución de la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, en la formación de la FMTE
y en algunas federaciones estatales y regionales, en las pugnas por la constitución del Frente
Popular Mexicano y en la campaña electoral del PNR.
Sobre la administración cardenista, el secretario general expresó:
La nacionalización de los ferrocarriles muestra las posibilidades que existen en
la política actual del gobierno y confirma la tesis de nuestro partido de que este
gobierno puede transformarse en un gobierno nacional-revolucionario
consecuente. (22)
...nosotros hablamos siempre de la unidad de lucha, contraponiéndola a
la unidad en sí misma; y de nuestras frecuentes declaraciones podría deducirse
que estábamos por la unidad condicionalmente. No comprendíamos que la
unidad de la CTM en sí misma tiene un valor revolucionario indiscutible, desde
el punto de vista nacional e internacional, que la CTM con sólo existir unida
lucha y no puede dejar de luchar en las actuales condiciones de México y del
mundo, y que en consecuencia el Partido Comunista y sus miembros debían
sacrificarlo todo a la unidad de la CTM. (23)
...los comunistas no debemos permitir que la lucha por el control y por
los puestos directivos se conviertan en una causa de ruptura de los congresos y
división de las organizaciones. Los comunistas debemos estar siempre
dispuestos a la concesión y aun al sacrificio de determinadas posiciones en los
sindicatos. (24)
El pleno llegó a resolver: "Los comunistas deben trabajar por la pronta constitución del
Frente Popular completo, incluyendo a nuestro partido. Pero si el Frente Popular se constituye sin
nuestro partido, los comunistas apoyarán ese movimiento sin perjuicio de seguir trabajando por
la incorporación del partido..." (25)
A partir del pleno de junio de 1937, el PCM se deslizó por una pendiente muy peligrosa
para su propio futuro. De hecho, adoptó una orientación seguidista frente a la dirección de
Lombardo en la CTM y frente al gobierno de Cárdenas. En el V Consejo de la CTM --julio de
1937-- volvieron todas las organizaciones salientes, con la excepción del SME; los comunistas
miembros del Comité Nacional quedaron fuera de éste. Las posiciones de los comunistas
empezaron a ser abatidas en los sindicatos y federaciones. Comenzaría, por decirlo así, un
proceso de desobrerización del PCM, fenómeno que alcanzaría niveles francamente dramáticos
en los años posteriores.
Imposición del oportunismo
EL 21 DE SEPTIEMBRE de 1937 en la resolución del BP del CC del PCM sobre el informe de
Laborde en la sesión del 6 de septiembre, se expresó: "El informe de Cárdenas demuestra que la
política del gobierno es una política nacional-revolucionaria, que la revolución nacional
democrática, antifeudal y antimperialista, está en marcha y que el presidente Cárdenas es ahora el
abanderado y jefe de esta revolución". (26)
Precisaba, líneas después:
Sería falso atribuir al gobierno carácter socialista: pero es fuerza reconocer que
todos estos hechos implican formas cooperativistas y colectivistas de
organización de cierto número de empresas industriales, algunas de importancia,
y de ciertos sectores de la economía agrícola; y que con toda su debilidad e
insuficiencia, estas formas de organización constituyen anticipos de una etapa
más avanzada del movimiento revolucionario y bases para facilitar y acelerar en
el momento oportuno la transformación de la Revolución mexicana hacia el
socialismo. En este sentido, el hecho más saliente es el anuncio de entregar los
FFCC Nacionales, la empresa más importante del país, a los trabajadores para su
administración, lo que será un gran ensayo de entrenamiento del proletariado
para el manejo de la economía nacional. (27)
La política de Cárdenas es ya en gran parte la política de un gobierno de
frente popular e incluso más avanzada en ciertos aspectos que la del gobierno de
Frente Popular Francés. Sin que exista el frente popular en México, existe una
plataforma de frente popular que es el Plan Sexenal del PNR, excedido en
algunos aspectos por la actuación práctica del gobierno... (28)
En un mitin de la CTM en la plaza de la Constitución, celebrado el 20 de noviembre,
Laborde planteó:
Nosotros tenemos plena confianza en que, mientras no le falte el apoyo popular,
como lo dijo en su informe al Congreso de la Unión, el presidente Cárdenas
seguirá adelante.
Y estamos seguros de que el apoyo popular no ha de faltarle al gobierno,
mientras el gobierno responda a las aspiraciones del pueblo. Estamos seguros de
que la revolución seguirá su marcha...
Sí. La revolución está en marcha, y su jefe es ahora el presidente
Cárdenas. (29)
Del 4 al 7 de diciembre de 1937, el CC del PCM efectuó un pleno, que resolvió:
...el gobierno del presidente Cárdenas debe ser definido como un gobierno
nacional-revolucionario, con tendencia a adoptar formas cooperativistas y
colectivistas de organización parcial de ciertas ramas de la economía...
Esta definición del gobierno implica un apoyo más franco y enérgico de
nuestro partido, que debe traducirse en cooperación práctica. El partido debe
pasar del simple apoyo político a la cooperación en todos los órdenes... (30)
Sin medir las posibilidades del corporativismo, el 16 de abril de 1938 se publicó una
declaración del PCM que establecía:
La constitución del Partido de la Revolución Mexicana y la expropiación de la
industria petrolera son los hechos de mayor importancia en la historia
contemporánea de nuestro país... (31)
El Partido Comunista acepta y respalda la Declaración de Principios y el
Pro-grama de Acción del nuevo partido y los comunistas acatarán su disciplina y
Estatutos. El Partido Comunista no lanzará candidatos independientes y apoyará
los candidatos del Partido de la Revolución Mexicana. (32)
Al embarcarse en la política que lo ataba al oficialismo, el PCM perdió la oportunidad
de convertirse en la dirección del movimiento obrero y campesino. Erróneamente, el Partido
Comunista dejó en manos gubernamentales la organización de los pobres del campo. No obstante
estas deformaciones, el PC desempeñó un papel destacado en la lucha contra las bandas fascistas,
el cedillismo y los latifundistas, por la solidaridad con la Revolución española, la defensa de la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los combates antifascistas.
Acerca de la asonada cedillista, que combatió con decisión, desde abril ya el PCM
El jefe de los derechistas es, sin discusión posible, el general Cedillo. Cuando
hace algunos meses Cárdenas le hizo salir del gobierno, Cedillo se retiró a su
hacienda situada en San Luis Potosí, para consagrarse libre y abiertamente a la
preparación de la revuelta.
Cedillo constituye siempre una amenaza. Tiene a la disposición de los
interesados, grandes cantidades de armas y de material de guerra introducidos en
México de contrabando y posee a través de todo el país amigos y partidarios
que, como todo el mundo sabe, no dejan de importar clandestinamente armas de
la frontera y de la costa del golfo de México. (33)
Posteriormente, el PCM sostuvo:
1. La expropiación del petróleo, con la agresividad del imperialismo inglés,
influyó en el levantamiento reaccionario de Cedillo. El rompimiento de
relaciones de México, provocado por el gobierno conservador de Londres, hizo
que se afirmara en las compañías la idea de un levantamiento reaccionario, ya
previsto por ellas como único modo de recuperar sus riquezas en nuestro país.
Tales intereses alentaron con dinero y con ofrecimientos a Cedillo para
trastornar la marcha del país, con la esperanza de lograr una rebelión general.
(34)
Aislada la rebelión, los diez o doce mil hombres de tropa, en medio de
un ambiente general de apoyo, dieron bien pronto --dos semanas-- cuenta del
movimiento. La masa de campesinos arrastrada por Cedillo se rindió y los
rebeldes quedaron reducidos a partidas de facinerosos, asaltantes y dinamiteros
de trenes.
La actitud del pueblo y del gobierno de los Estados Unidos facilitó,
como lo habíamos previsto, la derrota reaccionaria. El pueblo y el gobierno
americano se pronunciaron contra Cedillo, excepto los círculos pro-fachismo.
(35)
El gobierno no desarmó, en donde podía hacerlo, a los elementos
cedillistas, y se negó a armar a masas revolucionarias que estaban en
condiciones de cooperar con el ejército para el rápido aniquilamiento de la
subordinación del Partido Comunista a los revolucionarios pequeñoburgueses.
(39)
Boris Koval escribía:
La Internacional Comunista aprobó la decisión del Partido Comunista de
apoyar la política de Cárdenas e integrarse en el PRM. Éste último, subrayó J.
Dimitrov al intervenir en la comisión mexicana del Presídium del CE de la
IC, podía emerger como una nueva forma de frente popular en caso de que
"llegara a ser un auténtico bloque de los partidos y organizaciones del pueblo
mexicano que constituyen la base del régimen revolucionario nacional".
Al mismo tiempo, el Presídium del CE de la IC subrayó la necesidad
de que el Partido Comunista mantuviera su autonomía en lo ideológico y lo
orgánico, evitara el seguidismo y la pasividad, y lo puso en guardia contra el
peligro de mezclarse con la democracia pequeñoburguesa y la política de
Cárdenas. (40)
No corresponde a la verdad histórica el señalamiento de que la dirección de la IC
previno al PCM acerca del seguidismo frente a Lombardo Toledano y el gobierno cardenista.
Al contrario, la intervención del Comité Ejecutivo de la Comintern en la Sección Mexicana
facilitó la pérdida de independencia política de ésta y representó un papel profundamente
negativo y perjudicial para el Partido Comunista: en la definición de la política de unidad a
toda costa, seguramente para impulsar la constitución de la Confederación de Trabajadores de
América Latina y desarrollar la unidad antifascista en México y América Latina; en la
campaña contra León Trotsky y su asesinato, cuando el trotskismo era un grupo de
propaganda que no ejercía alguna influencia política importante en el acontecer nacional, y en
la expulsión de Hernán Laborde y Valentín Campa de las filas del PCM, por no estar de
acuerdo en la eliminación física del líder de la IV Internacional.
La crisis del PCM se dio, en lo fundamental, durante los años floridos del stalinismo.
José V. Stalin, al frente del PC (bolchevique) de la URSS dirigió, con métodos autoritarios,
antidemocráticos y hasta criminales, a la clase obrera y el pueblo soviéticos a la
industrialización acelerada, a la colectivización forzada de la agricultura y a la conversión de
la Unión Soviética en una gran potencia mundial. En esas condiciones, eliminadas mediante el
terror las oposiciones del partido y los principales cuadros bolcheviques, se produjo el
endiosamiento de Stalin. Apareció el stalinismo en el Estado soviético y el movimiento obrero
internacional. Un investigador soviético señalaba a propósito:
Se debe recalcar que muchos errores del PCM se explican no sólo por falta de
la experiencia de este partido, sino de todo el movimiento comunista
internacional y estos errores fueron inherentes a muchos otros partidos.
Desempeñaron un gran papel en esto las consecuencias negativas del culto a la
personalidad de Stalin sobre el movimiento comunista internacional. (41)
La comprensión de la realidad era errónea. El 16 de septiembre, en un mitin del PCM
en la arena México en el que intervinieron Margarita Nelken y Jacques Gresa, Laborde señaló:
Y tenemos algo más precioso quizás: la organización de masas trabajadoras;
tenemos la poderosa Confederación de Trabajadores de México, con un millón
de miembros; la Confederación Nacional Campesina, que agrupa dos millones
de campesinos; el Partido de la Revolución Mexicana, que es el Frente Popular
en las condiciones específicas de nuestro país y alrededor del cual podemos y
debemos agruparnos para la lucha triunfal contra los enemigos interiores y
exteriores del pueblo mexicano. (42)
Desde junio de 1937, el PCM centró sus baterías en contra de la reacción: los fascistas y
elementos afines, además, sin ninguna justificación y de forma errónea, en contra de los
trotskistas. El 8 de diciembre de 1938 declaraba:
El manifiesto de Pérez Treviño es un toque de reunión llamando a los callistas
dispersos a agruparse en un nuevo partido político que arrastrará probablemente
a la mayoría de los grupos reaccionarios para la lucha contra el gobierno del
presidente Cárdenas.
El callismo pretende volver a la política activa, reforzado por las
organizaciones fascistizantes, por un grupo de ex revolucionarios despechados y
por los traidores al PRM Iturbe, Sierra, Acosta, Padilla y otros, inclusive
algunos militares como Abelardo Rodríguez. (43)
En marzo de 1939, la Comisión Política del CN del PCM denunciaba:
El insolente manifiesto del general Amaro es un paso más del callismo hacia la
lucha abierta contra el gobierno revolucionario del presidente Cárdenas. En sus
palabras, relativas al ejército es evidente el propósito de engañar a una parte de
las fuerzas armadas, y particularmente a algunos de sus jefes. Y a nadie se
oculta que Amaro, con sus correligionarios del Partido Anticomunista, se
esforzará por unir a los diferentes grupos enemigos del régimen, para intentar la
conquista del poder mediante un golpe armado, ya que no logrará nunca un
apoyo de masas suficiente para conquistarlo por el voto. (44)
Con motivo del 1º de Mayo, el PCM manifestaba:
Los intereses de los contra-revolucionarios mexicanos, los Almazán, los Amaro,
los Pérez Treviño, los Coss, Iturbe, Sierra, Acosta y compañía, coinciden con
los del fascismo extranjero que desea también destruir los frutos de nuestra
revolución, que son un incentivo y un aliento revolucionario para los demás
pueblos del continente.
Unidos en torno del general Lázaro Cárdenas, nuestro pueblo ha sabido
avanzar vigorosamente, ha edificado grandes organizaciones como la
Confederación de Trabajadores de México, la Confederación Nacional
Campesina, la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado,
la Confederación de Jóvenes Me-xicanos y el Partido de la Revolución
Mexicana. (45)

4 www.lahaine.org 3. Trotsky y el PCM
EL ASILO DE Trotsky en México, vino a facilitar la crisis del Partido Comunista. Bajo la
influencia de la política antioposicionista de la III Internacional y el Estado soviético, el PCM
desencadenó una intensa campaña antitrotskista que, por cierto, ni de lejos correspondía al peso y
la autoridad del asilado ruso y menos de sus seguidores y epígonos, que eran, en esencia, meros
propagandistas y no militantes políticos. Aunado a esto, el Partido Comunista se hizo partícipe de
las campañas de Stalin en contra de la vieja guardia bolchevique, al apoyar los juicios de Moscú.
El PCM manifestó el 8 de septiembre de 1938:
Nos hemos enterado que el trotskista Albert Goldman declaró en los Estados
Unidos que el Partido Comunista de México prepara la liquidación física de
Trotsky y de algunos de sus secuaces.
Se trata de una nueva provocación de Trotsky contra el Partido
Comunista y contra el movimiento obrero y antifascista de nuestro país, y del
continente... Entre las personas enteradas de nuestra ideología y de nuestros
métodos no se encontrará una sola capaz de tomar en serio esta patraña. Pero lo
que Trotsky se propone es desorientar al público no enterado para cubrir en esta
forma, su vil cooperación con el fascismo, con la prensa de Hearst y con el
reaccionario "Comité Dies" de los Estados Unidos en su campaña contra el
movimiento democrático. (46)
El mismo mes, Laborde expresó:
Los grandes triunfos del poder soviético han sido posibles gracias a la lucha
tenaz del Partido Bolchevique, y de Stalin en primer lugar, contra los grupos
oposicionistas de Trotsky, de Zinóviev y de Bujarin, que degeneran en simples
bandas de criminales traidores, saboteadores, asesinos y espías al servicio de las
potencias capitalistas, del nazismo alemán y del militarismo japonés.
La prensa reaccionaria pretende hacernos creer que el castigo de los
traidores debilita a la URSS y a su gobierno. Es exactamente lo contrario. El
bloque de los derechistas y trotskistas jugaba el papel de veneno, de un ácido
corrosivo, que tendía a disgregar todo el régimen económico, social y político de
la patria socialista. Al aplastar a esa banda de criminales, el régimen soviético se
consolida y se depura... (47)
Hay que señalar que Trotsky, dada la persecución stalinista, jugó un rol negativo en
México. Desde su llegada comenzó a plantear la lucha contra el PCM y Lombardo Toledano, y
remató con el hostigamiento a los españoles republicanos y los refugiados de las brigadas
internacionales. En su afán de protegerse, lanzó a los órganos de seguridad del Estado en contra
de sus enemigos ideológicos y políticos. (48)
En febrero de 1938, Trotsky afirmó que VLT "no actúa como representante de la
política interna de México, sino como agente de la política exterior de la GPU --policía
soviética--". (49)
En octubre, declaró Trotsky: "Lombardo Toledano, agente de la GPU.
"Uno de los agentes más celosos y desvergonzados de la burocracia de Moscú es el
secretario general de la CTM (Confederación de Trabajadores de México), Lombardo
Toledano..." (50)
Sobre el pacto Mólotov-von Ribbentrop, el PCM replicaba el 5 de septiembre de 1939 a
Trotsky:
El pacto de no agresión germano-soviético no es, como le han hecho decir a
Trotsky sus amos fascistas, una traición de Stalin. El Estado soviético no debe
rehusar firmar un pacto de esta naturaleza con ninguna potencia que esté
dispuesta a tener relaciones pacíficas con dicho Estado. Esto ha constituido la
política de paz de la Unión Soviética desde el día de su constitución, cuando la
paz de Brest-Litovsk fue firmada a exigencia de Lenin y saboteada por Trotsky.
El pacto de no agresión ha roto la maniobra que tenía por objeto enredar
a la URSS en una guerra que Hitler ha desencadenado, pues su agresión contra
Polonia no podrá enmascararse en una pretendida lucha contra el
"bolchevismo". (51)
4. El VII Congreso del PCM
DEL 28 DE ENERO al 3 de febrero de 1939 se llevó a cabo el VII Congreso del Partido
Comunista. Fue inaugurado en el teatro Hidalgo. Se lanzaron mueras en contra de Bolívar Sierra,
Iturbe, Salazar Mallén, Francisco Zamora, Trotsky, León Ossorio, Hitler, Mussolini y
Chamberlain.
Quedaron en el presidíum de honor J. Stalin, J. Dimítrov, Dolores Ibárruri, Luis Carlos
Prestes (PC del Brasil), Ernest Thaelman (PC de Alemania), Earl Browder (PCEU), Wan Min
(PC de China), José Díaz (PC de España), Maurice Thorez (PC Francés) y Juan Zamudio (muerto
por esos días), y fueron elegidos al presídium efectivo Blas Roca (PC de Cuba), Roy Hudson,
Alexander Trachtenberg, A. Morris (PCEU), HL, VC, R. Carrillo, V. Guerra, Jesús Lemus,
Rafael R. de los Ríos (constituyente), Prisciliano Almaguer, Diego M. Rosado, Juan Estrada,
Melquiades Tobías, Emilio Pineda, José M. Quiñones, A. García Moreno, Miguel A. Velasco,
Amada Reyes y Paula Treviño.
Quedaron en la primera comisión sobre el primer punto del orden del día R. Carrillo,
Jesús Jiménez y otros; en la comisión de credenciales y organización Arturo Ramírez y otros, y
en la comisión de Estatutos Mario Pavón Flores y otros.
Carrillo afirmó que el PC llegaba a su mayoría de edad, al cumplir 20 años, con más de
30 mil miembros.
Earl Browder expresó: "La garantía de nuestro triunfo es que nuestros hermanos en el
país más grande del mundo ya establecieron su victoria definitiva (aplausos); el glorioso sistema
socialista que se construye en la Unión Soviética bajo la dirección de Stalin, es nuestra garantía
de triunfo (aplausos)..." (52)
Intervinieron I. Rojas, del STPRM, y David del Arco, del STFRM. Luis Espinosa
Casanova, del SME, sostuvo:
...los electricistas tenemos para el Partido Comunista deudas de gratitud; el
Sindicato Mexicano de Electricistas no olvidará la ayuda efectiva que le prestó
este partido en conjunto durante la huelga de 36, y posteriormente distinguidos
miembros de este partido han seguido luchando y colaborando con el Sindicato
Mexicano de Electricistas... (53)
Laborde indicó:
En relación con lo que se refiere a las relaciones entre México y Estados Unidos,
hay que propalar esta consigna: México debe mejorar sus relaciones con Estados
Unidos, debe apoyar a las fuerzas democráticas de los Estados Unidos y al
mismo presidente Roosevelt a la lucha común contra los enemigos comunes que
son los monopolistas de Wall Street, la Standard Oil Company, enemigos del
pueblo de México, de los Estados Unidos y del presidente Roosevelt... (61)
Juan Manuel Elizondo dio los siguientes datos:
El total de delegados a este congreso es de 845 (aplausos); 777 delegados
efectivos y 68 delegados fraternales. Total de mujeres representadas en este
congreso: 79; total de jóvenes ciento dos; total de obreros 245, total de
campesinos doscientos veintiséis; otros sectores trescientos. Dirigentes de
organizaciones sindicales tres-cientos diez; dirigentes de organizaciones agrarias
ciento tres; dirigentes del PRM 52; diputados federales uno; diputados locales
seis; presidentes municipales 4; regidores o munícipes treinta y uno... (62)
Por su parte, Hernán Escalante informó:
En resumen, el Partido Comunista tiene en la República al participar los datos
hoy recogidos en la Comisión Política Electoral, setenta y tres presidentes
municipales, veintitrés síndicos, 178 regidores y 17 munícipes de diversas
categorías, haciendo un total de 291 puestos municipales en 140 ayuntamientos.
Hay que aclarar también que hay muy pocas mujeres todavía comunistas en
puestos de elección popular municipal; nosotros sólo tenemos noticias de una
regidora comunista en la ciudad de Mérida, la compañera Soledad Rivero,
presidenta de la delegación de Yucatán (aplausos). (63)
El PCM tenía dos diputados federales: Anaya de Guanajuato y Ochoa Rentería.
Se aprobó que el Comité Nacional tuviera 27 propietarios con cinco suplentes. Fueron
elegidos H. Laborde por aclamación, V. Campa, R. Carrillo, Vicente Guerra, Miguel A. Velasco,
Arturo Ramírez, José Luis Quiñones, Agustín Guzmán, Sotero Valdez, Cándido Jaramillo,
Melquiades Tobías, Consuelo Uranga, Mario Pavón Flores, Dolores Sotelo, Dolores Uribe,
Fructuoso Rodríguez, Dolores Zárate, Paulino Almiral, Isaac Gutiérrez, Carlos Sánchez
Cárdenas, Prisciliano Almaguer, Fernando G. Cortés, Jorge Fernández, Manuel Lobato, Blas
Manrique, Antonio Ramírez, Jesús Lemus, y Hernán Escalante.
Entre los suplentes quedó Antonio García Moreno.
Fueron propuestos pero no elegidos Amada Reyes, Cuca García, Estela Jiménez, Juan
Manuel Elizondo, Juan Carlos Hidalgo, Enrique Ramírez y Ramírez, Rafael Herrera Ángeles,
García Rodríguez, José María Solís, Tomás Cueva, Hernández Aguilar, Dionisio Encina y
Gaudencio Peraza.
La clausura del congreso se celebró con un mitin de masas en la arena México, donde se
tomó la protesta a los miembros del nuevo Comité Nacional. Hernán Laborde, afirmó:
"...Sánchez Tapia es el candidato de los grupos que públicamente, inclusive dentro del régimen,
quieren una rectificación de la política de Cárdenas..." (64)

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