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Pues bien, los astros se alinean a favor deAlfonso Esparza Ortiz.
La carta astral le favorece.
La numerología.
La runas y hasta el calendario Azteca.
Si bien existió una asonada –o por lo menos el fuertísimo rumor- de que los restos del agüerismo tomarían la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, las circunstancias han cambiado y todo se perfila para que sea el candidato, el bueno, el gallo para la Rectoría en octubre de este año.
El mensaje se dio el jueves cuando el gobernador Rafael Moreno Valle lo invitó de gira porQuimixtlán.
Y es que se interpretaría que el gobernador prefiere que Esparza inicie su rectorado y que continúe la estabilidad al interior de la máxima casa de estudios con él a retornar a este reciente pasado.
Damián Hernández, el otrora hombre fuerte del agüerismo, ya regresó después de dos semanas que estuvo fuera de la institución, pero su consigna y la de su grupo es trabajar para que Esparza gane en las urnas universitarias.
Damián Hernández se sumará al proyecto de su ahora jefe, Esparza, con todo.
Enrique Agüera por el momento, aseguran, ya no buscará controlar en la BUAP. Esperemos que sea cierto.
Las voces que aseguraban que existía una posible candidatura de Ricardo Paredes ya fueron acalladas y estas señalan que quizá el director de la Facultad de Administración sólo se reelegirá en el cargo y no hará aspavientos.
Lo mismo ocurrirá con Juan Manuel Alonso "El Oso", quien se ha presumido como operador electoral no buscará enfrentarse con el ahora rector sustituto.
Habemus rector.
El trabajo de Alfonso Esparza ha sido discreto desde que asumió el cargo. Hubo priistas que lo intentaron condenar porque no se volcó a favor de Agüera, no obstante, el rector a pesar de las presiones no quiso usar la estructura a favor de nadie.
No metió a la BUAP en la contienda electoral. Le quitó el sello priista que tantos años cargó y mantuvo un perfil bajo para evitar acusaciones o lastimar la imagen de la universidad.
Hizo un trabajo más interno, aseguran algunas fuentes consultadas. Ha venido amarrando con las diferentes corrientes y grupos que existen.
También ha venido tejiendo relaciones con la administración estatal. Si bien no es un tema sencillo, Esparza no quiere que las cosas se salgan de control. El interés del rector sustituto es mantener la estabilidad entre estudiantes, académicos y administrativos.
Le ha tendido la mano a todos: desde los Vélez Pliego hasta la gente de la Facultad de Derecho.
Retomó el tema de los Consejos Universitarios ordinarios y de darle sus espacios a los consejeros.
No filtró los resultados de las encuestas que realiza el CISO en tiempos electorales, como antes se estilaba, para descontrol de unos y apoyo de otros.
El CISO sí hizo su trabajo pero sólo fue de estudio interno, para evitar conflictos con partidos o gobiernos.
Todo indica que vienen nuevos tiempos para la UAP, pero los mensajes se han dado y la fuerza con la que cuenta tanto interna como externa el propio Esparza lo pondrá en una posición que le puede ser favorable.
A diferencia de otros rectores el trabajará más dentro de la institución.
No es alguien nuevo, conoce la política interna desde hace más de 20 años. Conoce a los grupos, a las corrientes, los intereses de cada uno y sabe como tratarlos.
Ya sólo dependerá de él qué también haga su trabajo ahora que ya no tendrá la sombra del agüerismo cargando en sus espaldas.
Es su oportunidad porque se la ha ganado.
Y si las cosas van bien y si los grupos del pasado no salen a dar lata: "habemus rector".