BALANCE DEL PROCESO ELECTORAL EN PUEBLA del 23 DE OCTUBRE DE 2011
Luis Ortega Morales.
Durante cerca de un año a través de Carlos Hernández Pérez y Felipe Ortega, en los terrenos deportivos de la escuela Salvador Allende, nos convocamos diversos agrupamientos con el fin de abordar la posibilidad de agrupar a la diferentes fuerzas sociales y construir un frente político y social lo más amplio posible. En esta primera convocatoria estuvieron presentes Elba Cerezo y Galdino Castillo de UDENA, quienes recientemente habían roto con Roxana Luna y ADN y habiendo apoyado a la Alianza con Moreno Valle, negociado la candidatura a diputada con los cuchos del PRD, ahora buscaban unirse en este esfuerzo de construir una fuerza independiente. Felipe Ortega llegó a la consejería estatal con la ayuda del grupo de Martha García Rocha y su candidato a la presidencia estatal del PRD Miguel Tamayo, Eduardo Soriano y Mario Franco Barbosa y lo seguía convocando a todas las reuniones a pesar de que negoció con los chuchos la secretaría de organización, participaron en la Alianza con candidaturas a diputado y en ese momento estaba buscando un puesto importante en la burocracia estatal. Estuvo el doctor Alarcón Hernández quien advirtió que después de los 100 días del gobierno de Moreno Valle, muchos de los que estaban presentes seguramente estarían en el gobierno y que habría que esperar si esto ocurría. Ahí también llegó Norberto Amaya, con sus hermanos, en representación de UNIR y la fuerza de Armando Quintero. La presencia de Samuel Malpica, María Eugenia Ochoa, Ignacio Rosas, Alma Leticia León y mía hacía representar a Martí Batres a quien también se habían acercado todos estos. Miguel Tamayo y Martha García Rocha pertenecía al grupo de Martí, pero esta rompió con ese grupo y todos ellos se independizaron. Por su acercamiento con los chuchos , Miguel Tamayo se separó de este grupo. Posteriormente hicimos una asamblea estatal a la que llegaron Horacio Gaspar Lima, José Guadalupe Sánchez, Andrés Toriz, Rosa María López García, Guillermo Espinosa, Juárez de Tecamachalco y Mario Vélez.
Hicimos varias reuniones, impartimos conferencias de prensa y emitimos varios documentos en los que se fijaron posiciones sobre todo ante la derechización del gobierno de Rafael Moreno Valle, la desaparición del grupo parlamentario del PRD, quienes se sumaron al del PAN, la terminación del período de gestión de las dirigencias nacional y estatal y la ausencia total de la vida partidaria. Posteriormente se acercó Rubén Hernández y Armando Méndez, participó en asambleas Sixto. Posteriormente, a instancias de Norberto Amaya y de Rubén Hernández se iniciaron las pláticas con Jorge Méndez con el cual emitimos un comunicado con un contenido que continuaba las declaraciones anteriores.
Como puede verse, la reunión de todos estos agrupamientos significaba un esfuerzo importante, que de participar en un solo bloque podía convertirse en una gran fuerza.
Los dos momentos clave en la vida del PRD y que y que echaron porla borda la posibilidad de transformación profunda fueron 1), El Consejo Nacional del PRD que sesionó el 19 de marzo, donde se constituye el Grupo de los 8 (G8) y acordaron cerrar filas con Dolores Padierna, para dirigir el partido. En esa sesiòn de los 309 consejeros asistentes, 134 votos a su favor, 138 para Nueva Izquierda y 34 para Armando Ríos Piter, candidato del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, es decir, que habìa empate entre NI y sus opositores. El 20 de marzo “el Consejo Nacional del PRD eligió anoche a Jesús Zambrano y Dolores Padierna como su presidente y su secretaria general. Para alcanzar este acuerdo, ambos perredistas debieron integrar una nueva fórmula que diera validez al proceso, con 84.61 por ciento de los 310 consejeros” “–No. Te propongo que tú seas el número uno y yo la número dos –insistió Padierna. –Tiene que haber votación para que se legalice –acotó Zambrano. La sui generis fórmula Zambrano-Padierna obtuvo una aprobación de 233 consejeros, y el rechazo de 36, que surgen del denominado grupo de los ocho”. (La Jornada)
De no haber aceptado la votación, Zambrano no podría ser presidente nacional pues requerìa las dos terceras partesde los votos del Consejo para que se pudiera legalizar. Esto obligaría a que se realizaran las elecciones nacionales del partido, en todos los niveles y le quitaría mucho del poder de decision a NI. La decision de IDN fue de búsqueda de posiciones, para desde ahí buscar una mayor presencia en la selección de candidatos a diputados federales e influir en la designación del candidato a la presidencia de la República.
Sin embargo, aparentemente, la relación de fuerzas beneficiaba a IDN, pero con el rechazo del grupo de los 8. Así las cosas, el Tribunal Electoral Federal resuelve la demanda para invalidar los acuerdos del Consejo Nacional y dictamina que se celebren elecciones nacionales de consejeros nacionales, estatales y delegados al Congreso. Esta resolución daba la oportunidad de reconstruir el bloque y salir unidos contra NI. Pero no fue así.
En Puebla, la construcción de un bloque contra Nueva Izquierda tenía amplias perpectivas, si es que se mantenían todos los que habían participado en las reuniones. La propuesta que hicimos fue la de construir este bloque contra NI y registrarnos juntos con un folio especial. Pero no fue así, Norberto Amaya decidió aliarse con Jorge Méndez y este salir con su propio registro; Martha García Rocha y Mario Franco salieron por su cuenta, Miguel Tamayo y Felipe Ortega salieron por su lado. Galdino Castillo y Elba Cerezo hicieron lo propio. Aparecieron más folios, todos ellos con registros parciales y cada uno de los grupos que nos reuníamos se registró por su parte. Nosotros logramos un frente entre IS, Rubén Hernández, el doctor Alarcón Hernández y el grupo de José Guadalupe Sánchez. Es decir, todo lo que habíamos discutido durante cerca de un año, se fue por la borda y todos fueron engañados por todos. El objetivo de cada uno de ellos era alcanzar cuando menos un consejero nacional y un número de consejeros estatales suficientes para negociar cuando menos una secretaría. El caso más triste fue de quienes solo pretendían un consejero estatal, para estar en posibilidades de conseguir una chamba.
El segundo momento fue el anuncio de que Nueva Izquierda controlaría la Comisión Electoral y que en Puebla estaría compuesta entre NI y AND, anunciaba que el control del proceso estaría nuevamente en manos de NI, quien desataría todas las formas para imponer sus votos. Así, NI, AND y FNS, se despacharían solos. A partir de este momento toda posibilidad de rescate del PRD estaba perdido.
El lunes 31 de octubre aparece el balance de NI: Consejeros estatales. NI, 66; AND, 15; FNS, 12. IDN, 6; Miguel Tamayo, 6; Mario Franco, 5; Consejeros Nacionales. NI, 3; AND, 1 y FNS, 1.
Todo esto demuestra que:
1. El interés principal de las corrientes del PRD consiste en lograr el mayor número de espacios de poder, no importa con quien se alien. Este fue el caso de Dolores Padierna.
2. Con esta premisa resulta imposible la constitución de un frente capaz de derrotar a Nueva Izquierda y renovar la política de la izquierda poblana.
3. Quienes hoy están en la dirección del PRD en Puebla, seguramente, buscarán más espacios y alianzas electorales con el PAN y con el PRI. Todo ello para mantenerse en las cúpulas, alejándose todavía más de la izquierda y taparle el paso a Andrés Manuel López Obrador.
Es significativa la nota de Milenio Puebla del 31 de octubre. Érick Cotoñete dice: “los comités municipales que operaban para IDN son simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, quien promueve sus aspiraciones políticas a través del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y ya no son militantes del PRD o adherentes del del partido del Sol Azteca”.