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Sospechas en Oaxaca: hubo traición en la CNTE
Sospechas en Oaxaca: hubo traición en la CNTE
Pedro Matías
25 de July del 2015
Con la desaparición del IEEPO, el movimiento magisterial oaxaqueño –tradicionalmente opositor, combativo– fue duramente golpeado por el gobierno en momentos en que la unidad gremial es frágil y las bases desconfían de sus líderes, a quienes acusan de promover el descrédito de la Sección 22 e incluso de estar "vendidos". Y coinciden en que se debe resistir pacíficamente y buscar el diálogo con las autoridades federales, para las cuales, opinan, Oaxaca es un asunto de seguridad nacional, pues aquí está emergiendo el descontento que impera en todo el país.
OAXACA, Oax. (Proceso).- El gobierno federal envió a Oaxaca a unos 20 mil militares y policías, con lo que estableció en la entidad un virtual estado de sitio. Tal despliegue de fuerza pretende contener el descontento de los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), bastión de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
"La lógica primitiva" del gobierno federal, opinan profesores oaxaqueños que hablaron con Proceso a condición del anonimato, advierte que Oaxaca es un foco rojo de insurrección que hay que aplastar; sin embargo, afirman, existe el riesgo de que esto se convierta "en el peor error estratégico de la política de Peña Nieto, porque puede prender al país.
"La lógica de Osorio Chong es aplacarnos a los maestros de Oaxaca y pensar: 'Así desactivamos el movimiento nacional, porque está en riesgo la reforma educativa'. Pero si todo el país se incendia, la reforma educativa se va a echar abajo en la vía de los hechos".
Estado de sitio
Lo que el magisterio disidente considera una "guerra declarada" contra ellos comenzó la madrugada del martes 21, cuando policías federales ocuparon las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Horas después, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, respaldado por el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, informó que por decreto se reformaba el fundamento que el 23 de mayo de 1992 dio origen al IEEPO, ahora para crear un organismo que "recobre y fortalezca la rectoría educativa en el estado".
Su argumento: que ya no se admitirán el tráfico de influencias, el abuso de poder, las prácticas indebidas y los actos de corrupción en los que incurrió la Sección 22 en los últimos 35 años.
Chuayffet, por su parte, se ufanó de que "con la recuperación de la rectoría de la enseñanza en Oaxaca se acabó el 'marchómetro', los 'méritos en campaña' por presencia en plantones, bloqueos y actos vandálicos, que se constituían en puntos efectivos para mejorar", en la estructura de la Sección 22.
Y en una embestida que pretende el desmantelamiento de la disidencia, el miércoles 22 la Secretaría de Hacienda congeló las cuentas bancarias de la Sección 22 y reactivó más de 80 órdenes de aprehensión contra los líderes del gremio.
Aunado a ello, el gobierno federal desplegó unos 20 mil efectivos del Ejército, la Policía Federal y la División de Gendarmería, con el pretexto de resguardar instalaciones estratégicas, como los aeropuertos de Oaxaca, Puerto Escondido y Huatulco, la refinería de Salina Cruz y la planta de distribución de Petróleos Mexicanos.
Sin embargo, la respuesta del magisterio disidente ha sido la prudencia. La asamblea estatal de la Sección 22 optó por la resistencia pacífica y la desobediencia civil: "Vamos a resistir. No nos van a hacer pedazos".
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2021, ya en circulación)
Consulte Con la desaparición del IEEPO, el movimiento magisterial oaxaqueño –tradicionalmente opositor, combativo– fue duramente golpeado por el gobierno en momentos en que la unidad gremial es frágil y las bases desconfían de sus líderes, a quienes acusan de promover el descrédito de la Sección 22 e incluso de estar "vendidos". Y coinciden en que se debe resistir pacíficamente y buscar el diálogo con las autoridades federales, para las cuales, opinan, Oaxaca es un asunto de seguridad nacional, pues aquí está emergiendo el descontento que impera en todo el país.
OAXACA, Oax. (Proceso).- El gobierno federal envió a Oaxaca a unos 20 mil militares y policías, con lo que estableció en la entidad un virtual estado de sitio. Tal despliegue de fuerza pretende contener el descontento de los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), bastión de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
"La lógica primitiva" del gobierno federal, opinan profesores oaxaqueños que hablaron con Proceso a condición del anonimato, advierte que Oaxaca es un foco rojo de insurrección que hay que aplastar; sin embargo, afirman, existe el riesgo de que esto se convierta "en el peor error estratégico de la política de Peña Nieto, porque puede prender al país.
"La lógica de Osorio Chong es aplacarnos a los maestros de Oaxaca y pensar: 'Así desactivamos el movimiento nacional, porque está en riesgo la reforma educativa'. Pero si todo el país se incendia, la reforma educativa se va a echar abajo en la vía de los hechos".
Estado de sitio
Lo que el magisterio disidente considera una "guerra declarada" contra ellos comenzó la madrugada del martes 21, cuando policías federales ocuparon las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Horas después, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, respaldado por el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, informó que por decreto se reformaba el fundamento que el 23 de mayo de 1992 dio origen al IEEPO, ahora para crear un organismo que "recobre y fortalezca la rectoría educativa en el estado".
Su argumento: que ya no se admitirán el tráfico de influencias, el abuso de poder, las prácticas indebidas y los actos de corrupción en los que incurrió la Sección 22 en los últimos 35 años.
Chuayffet, por su parte, se ufanó de que "con la recuperación de la rectoría de la enseñanza en Oaxaca se acabó el 'marchómetro', los 'méritos en campaña' por presencia en plantones, bloqueos y actos vandálicos, que se constituían en puntos efectivos para mejorar", en la estructura de la Sección 22.
Y en una embestida que pretende el desmantelamiento de la disidencia, el miércoles 22 la Secretaría de Hacienda congeló las cuentas bancarias de la Sección 22 y reactivó más de 80 órdenes de aprehensión contra los líderes del gremio.
Aunado a ello, el gobierno federal desplegó unos 20 mil efectivos del Ejército, la Policía Federal y la División de Gendarmería, con el pretexto de resguardar instalaciones estratégicas, como los aeropuertos de Oaxaca, Puerto Escondido y Huatulco, la refinería de Salina Cruz y la planta de distribución de Petróleos Mexicanos.
Sin embargo, la respuesta del magisterio disidente ha sido la prudencia. La asamblea estatal de la Sección 22 optó por la resistencia pacífica y la desobediencia civil: "Vamos a resistir. No nos van a hacer pedazos".
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2021, ya en circulación)
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