México, D. F., a 31 de enero de 2010
Julio Hernández López
Astillero:
Estimado Julio:
Te escribo esta carta, pues eres uno de los columnistas que más leo, por tu profesionalismo y por la postura crítica que guardas ante los acontecimientos y los “actores” de nuestro querido y mal tratado país. Creo, además compartimos la disponibilidad y compromiso de, a pesar de los pesares, poner nuestro granito de arena para que las cosas sean mejores .
Aunque la mayoría de veces coincido con tus puntos de vista y en los casos que no, reconozco que lo que expresas va respaldado por un conocimiento de los hechos de los cuales opinas, observo que detrás de tus conclusiones sobre el Partido del Trabajo, en tu columna del 25 de enero pasado, la información que posees es incompleta y errónea.
Soy una mujer que empezó a participar en la izquierda social, desde principios de los ochentas en la Organización de Izquierda Revolucionaria línea de masas (OIR-LM). Ahí “milité” junto con Alberto Anaya, Gonzalo Yáñez, Marcos Cruz, Joaquín Vela, Claudia Serapio, Ezequiel Flores y José Narro entre muchos otros. Por eso, verás, conozco a los que ahora son los que están en el grupo de control del P.T o en su disidencia desde hace 25 años.
(para documentarte, aunque por ahora no venga mucho al caso, y tal vez ya lo sepas en la OIR-LM (que duró de 1982-1989) también participaron Rosario Robles, Luis Navarro (tu compañero en la Jornada) Armando Quintero, Clara Brugada)
La causa que hizo que la OIR-LM, desapareciera es que, se dividió en 2 grandes grupos y (uno pequeño). 1. Los que decidieron sumarse al PRD, 2. Los que decidieron conformar un nuevo Partido, el Partido del Trabajo y 3. Los que decidieron no seguir ninguno de los dos caminos (este fue el grupo más pequeño).
Desde su conformación, el Partido del Trabajo se “proclamó” como un Partido socialista y un partido instrumento de las luchas sociales: obreras, campesinas, magisteriales. La mayoría de los militantes debíamos por eso siempre acompañar, apoyar, dirigir o promover los movimientos populares de nuestro país.
Al pasar los años, los dichos y los hechos fueron distanciándose, y lo que se pregonaba en reuniones y declaración de principios, sólo era seguido por un grupo. El grupo comandado por Alberto Anaya, centró su interés en ir haciéndose del control de las prerrogativas nacional y estatales, y con ello lograr la imposición de su forma de conducir el Partido.
Cada vez más, se fueron distinguiéndose más los dos intereses antagónicos. Y cuando Alberto Anaya logró centralizar el poder en su persona y allegados, empezó a hostigar y perseguir los que no sumaban a sus intereses. Por ejemplo, esta es la única explicación que podemos dar al proceso “amañado” de sanción y expulsión a uno de los mejores dirigentes campesinos de la huasteca veracruzana, Ezequiel Flores y al acorralamiento contra las comisiones ejecutivas estatales de Aguascalientes, Durango o Zacatecas.
Al grupo al que yo pertenezco, siempre, nos opusimos a estas prácticas. De eso, habrá constancia en lo registrado de nuestras participaciones en todas las reuniones de la Dirección Nacional y estatales de la que formamos parte.
Los acontecimientos fueron agravándose cuando Alberto Anaya fue preparando el terreno, con una labor de “convencimiento” al interior del Partido y con reuniones en lo obscurito con Roberto Madrazo para que el P.T. fuera en Alianza con el PRI para las elecciones del 2006.
Ante eso, y como sabíamos que solo tendríamos fuerza de incidencia contra estas maniobras y el resto del acontecer partidario, con la organización interna de la inconformidad, nos conformamos como una corriente de opinión, Unión Democrática Nacional UDENA, como una expresión al interior del Partido, para como primera tarea hacer que el P.T decidiera apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
Llegamos al VI Congreso del Partido celebrado en el 2005. La UDENA logró un gran triunfo. El Congreso, decidió por franca mayoría, la Alianza en torno a AMLO. Los deseos de Anaya y su grupo fueron derrotados.
Este gran triunfo nos mantuvo descuidados de lo que a nuestras espaldas, Anaya tramaba y lograba: Presentar al Instituto Federal Electoral, como acuerdo emanado del Congreso unos estatutos que le ayudarían a aumentar aún más el control del poder y los recursos económicos en el Partido.
Cuando nos dimos cuenta de ello, al interior de la UDENA se discutió la conveniencia o no de presentar nuestra inconformidad ante las instancias correspondientes (IFE y Tribunal Federal Electoral) este ilícito´. Pero ante el argumento de que al hacerlo corríamos el riesgo de que las instancias electorales echaran abajo el Congreso del cual habíamos salido con la resolución del apoyo a AMLO, se decidió no hacerlo.
Como dirían Marcos Cruz o José Narro, “Es más importante el País que el Partido. Por ahora no pongamos en peligro la alianza con el PRD y la lucha por la presidencia en manos de AMLO para México. Más adelante vendrán los tiempos de lograr deshacer estas ilegalidades”
Siguiendo estas orientaciones, los integrantes de UDENA nos volcamos a la campaña electoral a favor de AMLO Como ejemplos tenemos, que AMLO nombró a José Narro coordinador de su campaña en Zacatecas y Aguascalientes y todo lo que cada uno de los integrantes de UDENA hicimos en el Estado de México y los estados de Veracruz, D. F. Durango; Oaxaca, etcétera). Ante el fraude electoral, fuimos los petistas de la UDENA, los que estuvimos en el plantón del Zócalo y Reforma.
Andrés Manuel López Obrador no me puede desmentir. Nos vio actuar defendiendo la alinza P.T.- PRD en el Congreso del P. T. del 2005. Sabe, muy bien, pues también nos vio, quienes estuvimos en su campaña y quienes cuando nos arrebataron la presidencia estuvimos en las calles en el plantón o en la Cámara de Diputados y quienes no.
Todavía hoy, sabe muy bien quienes estamos en los actos y reuniones en los estados donde tenemos presencia.
Otro ejemplo. Si puedes pregúntale a Andrés cuando lo veas, o revisa los periódicos de esos fechas, para saber que pasó el día de la toma de posesión de Felipe Calderón y los días ulteriores, mientras los “brillantes” senadores Alberto Anaya y Gonzalo Yáñez en la puerta trasera, felicitan a Caldearon, los diputados petistas udenistas, Pablo Arreola y Joaquín Vela participaron con valentía y coraje en de las protestas contra la imposición en el Congreso de la Unión.
Pasaron los meses, y al interior del P. T. se fueron endureciendo aún más las cosas contra las posturas y los integrantes de la UDENA:
La búsqueda de diálogo y negociación interna continuaba por nuestra parte, sin tener éxito. Decidimos buscar la mediación de Andrés Manuel y.Joaquín Vela, José Narro, Pablo Arreola y Marcos Cruz fueron a buscarlo Esto también te lo confirmara AMLO
Días previos, y ante como se estaban haciendo lo preparativos al VII Congreso del P.T. del 26 y 27 de julio de 2008, sabíamos que el arrinconamiento o expulsión de los disidentes y el mayoriteo de Anaya para lograr avanzar en estatutos aún más antidemocráticos serían un hecho. La insistencia a Andrés Manuel que mediara continúo. Lo poco que logramos que Andrés hiciera, fue insuficiente.
Lo que sucedió en el momento del VII Congreso fue irregularidad tras irregularidad: Desde las convocatorias a los congresos estatales previos, hasta las formas en las que se decidió llevar a cabo las votaciones en el Congreso.
El grupo de UDENA hasta el último momento buscó la negociación. Pero la respuesta de Anaya y sus colaboradores fue la cerrazón, lo que hace que abandonemos el Congreso para no avalar lo que ahí estaba ocurriendo.
Aún días después de concluido el Congreso, mandamos señales para lograr el diálogo. Todas las puertas se nos cerraron. Solo teníamos como último recurso, presentar en tiempo y forma, nuestra impugnación de los preparativos, acontecer y resolutivos del VII Congreso, con todas las pruebas de que disponíamos ante el Trife.
Pasaron los meses y el Tribunal no dictaminó. Tal vez para permitir que el P.T. participara en las elecciones federales del 2009, pues desde las primeras entrevistas que sostuvimos con los magistrados era tan evidentes las pruebas de ilegalidad en el Congreso y lo antidemocráticos que son los estatutos aprobados desde el 2005 más lo agregados del 2008,. que teníamos la plena seguridad de cómo iba a salir el fallo del Tribunal. Lo que no sabíamos era que hacer para que el fallo nos permitiera recuperar nuestro Partido.
Como pasaron los meses y el fallo no llegaba y como la situación al interior del P. T después del Congreso era intolerable, dejamos de ir a las instancias estatales o nacionales de las cuales éramos integrantes y decidimos acercarnos al PRD como Udena.
(Cabe aclarar que, nos hemos encontrado con muchas dificultades para nuestra incorporación al PRD, que ahora no tiene caso comentarte. La principal causa de estas dificultades, es que decidimos incorporarnos al PRD, sin abandonar nuestra identidad como UDENA y sin ser parte de NINGUNA DE LAS CORRIENTES ACTUALES DEL PRD. Te lo digo, pues José Narro no es chuchista ni nada que se le parezca. Es Udenista y como Udenista se presenta y actúa en el PRD y la Cámara de Diputados de la que ahora forma parte).
Dieciocho meses después de presentada nuestra impugnación, el Tribunal decide por la contundencia de nuestros argumentos y pruebas darnos la razón.
A pesar de que no hemos compartido otros “Fallos” que el Tribunal ha hecho por su falta de parcialidad, ahora si debemos de decir. Actuaron bien, actuaron como debían: No tenían otra salida. Era y sigue siendo demasiada obvia la ilegalidad del grupo anayista.
A manera de algunas conclusiones
1. Cualquier avance en la vida democrática al interior de los partidos políticos le hace bien al país. Por lo que todos los que deseamos avanzar en una vida más democrática debemos congratularnos con el fallo.
2. Que no solo la disidencia del P.T. si no todos debemos estar contentos de que Alberto Anaya deje de manejar al P.T. como su negocio particular. Las prerrogativas que recibe el P. T no son de los militantes del P. T, provienen de los impuestos que pagar el pueblo.
Ojalá que con el fallo se decida también dar respuesta a nuestra solicitud de una verdadera auditoría de todo lo que Anaya ha hecho con los fondos del Partido desde hace quince años a la fecha.
Ese dinero es del pueblo, y debíamos solicitar que lo devuelva.
3. Que Andrés Manuel, aunque sea quien sea en las luchas democráticas nacionales, es un hombre con errores y tropiezos y uno de sus tropiezos mayores es haber aceptado el acercamiento de Alberto Anaya del 2008 a la fecha por conveniencia. Dejando los principios a un lado.
Aunque ya no los hemos visto tan cerca, de todos modos esperamos que reconozca su error y recapacite.
Aunque que bueno, que en esta cercanía – que esperemos termine pronto, logró usar el registro del P.T para poner a personas como Di Constanzo, Cárdenas, Teresa Guadalupe Reyes o Laura Itzel Castillo en la Cámara de Diputados, es tiempo que se aleje y deje morir solo a Alberto Anaya. Es mejor saberse alejar a tiempo de las malas compañías.
Agradeciendo la lectura a mi carta. Quise ser breve, y aún así me quedó un poco más larga de lo necesario, y eso que aun me quedaron muchas más cosas que decir.
Espero tu respuesta y que si te es posible utilices esta información y cualquiera más que me solicites para tus próximas columnas.
Médica Cirujana y Maestra en Antropología Social Eugenia Flores Hernández
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