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Emir Olivares Alonso
Cerca de la mitad de las adolescentes que han iniciado vida sexual se embarazan, pese a que 90 por ciento reconocen haber tenido información y acceso a métodos anticonceptivos, aseveró Josefina Lira Plascencia, directora de la coordinación de medicina de la adolescente del Instituto Nacional de Perinatología.
Al participar en el primer foro universitario de Riesgo y embarazo en adolescentes, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la especialista señaló que las jóvenes inician su vida sexual a una edad cada vez más temprana (alrededor de los 14 años).
Las estadísticas muestran que dos de cada 10 mujeres de 12 a 19 años han comenzado la vida sexual y que cuatro de cada 10 que se embarazan no lo planearon.
Datos oficiales indican que México ocupa el primer lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en frecuencia de embarazos, pues al año casi 500 mil jóvenes menores de 20 años se convierten en madres.
Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que a diario en el país hay un promedio de mil 252 partos de adolescentes. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que entre 2003 y 2012 hubo 5.76 millones de mujeres menores de 19 años que tuvieron un bebé. Otros indicadores revelan que 34 de cada 100 mujeres adolescentes que han tenido relaciones sexuales no usaron ningún método anticonceptivo en su primer encuentro.
Durante su presentación en la UAM, Lira Plascencia consideró que el "mayor escándalo" es que la gran mayoría de las jóvenes conoce los métodos anticonceptivos, e incluso 80 por ciento los utilizan y saben cómo hacerlo.
"La gran mayoría de las adolescentes que quedaron embarazadas optaron por el aborto como solución". Indicó que mientras a escala global la tasa de mujeres en edad reproductiva que decidieron no llevar a término la gestación es de 29 por cada mil, en México, "donde el único lugar seguro para abortar es el Distrito Federal", el indicador es de 38 por cada mil.
Los datos del IMSS revelan además que entre los jóvenes de esta edad que se convierten en padres, sólo 7 por ciento tienen una fuente segura de ingresos económicos y 80 por ciento se ven obligados a dejar los estudios.
En la clínica dirigida por la especialista se han detectado riesgos que enfrentan las mujeres cuando se embarazan a tan temprana edad, igual que los bebés.
Éstos pueden desarrollar gastrosquisis y onfalocele, defectos anatómicos relacionados con la pared abdominal que provoca que las vísceras del feto floten libres en el líquido amniótico sin ningún recubrimiento; este problema se presenta entre las madres adolescentes siete veces más que entre las mujeres de 20 a 24 años que se embarazan.
Lira Plascencia agregó que se dan problemas de cierre del tubo neural, secundarios a la ingesta deficiente de nutrientes, particularmente de ácido fólico, en una frecuencia dos veces mayor que en embarazadas de 20 a 24 años.
El parto prematuro y las infecciones en vías urinarias son riesgos mayores entre las adolescentes gestantes, pues se presentan 2 y 1.5 veces más, respectivamente, que en mujeres de mayor edad. La anemia y la preclampsia son otros problemas que también pueden padecer.
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