1Primera Columna |
Ing. Oscar López Morales |
•Sin especulaciones Para poner un alto de una vez por todas a las especulaciones que empezaron a circular la misma noche del lamentable asesinato de Samuel Malpica, ayer hubo dos declaraciones reveladoras. La primera fue la del hermano del ex rector, Jesús Malpica, quien, en medio de su dolor por la forma en que ocurrió el crimen artero, fue muy preciso ante los reporteros al señalar primero, que a pesar de que Samuel siempre fue muy reservado, no tenían conocimiento de amenazas en su contra, como se rumoró en el inicio, involucrando a personajes que en este momento se encuentran en el momento crucial del proceso electoral. Incluso el hermano fue más allá al asegurar que Samuel Malpica no tenía diferencias con ninguno de los ex rectores de la BUAP, por lo que hacían un llamado, tanto a las autoridades, como a los mismos medios de comunicación, a evitar las especulaciones y más bien se exige una investigación a fondo donde se dé con los verdaderos asesinos. Y por supuesto, se sumó a la exigencia de que este lamentable acontecimiento no sea politizado por ninguno de los actores políticos que en este momento se encuentran en el centro de la atención de los poblanos de la ciudad capital. La otra declaración El exrector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), asesinado el pasado martes, buscó el despido de su expareja sentimental María Eugenia Ochoa, pero al no recibir respuesta positiva acusó a las autoridades de malversación de fondos, señaló el investigador Carlos Figueroa Ibarra, una de las últimas personas que vio con vida a Samuel Malpica. Sobre la víctima, el profesor e investigador de posgrado de Sociología del Instituto de Ciencias y Humanidades de la BUAP, recuerda que fue un investigador, antropólogo, egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia" con un fuerte compromiso social y político con la izquierda. En esa tesitura llegó a ser rector de la Benemérita Universidad en 1987, lo cual daba continuidad a los rectorados de izquierda." "Él (Samuel Malpica) había estado ensartado en una disputa post conyugal con su exesposa o excompañera de vida, María Eugenia Ochoa, una activista muy importante dentro de la izquierda en Puebla y, en esa disputa, había la había acusado de malversación de fondos", reveló Figueroa Ibarra. Incluso, señaló, el exrector buscó diversas formas para lograr que despidieran a María Eugenia "entre ellas tocó las puertas de Enrique Agüera, y de la directora jurídica, o sea la abogada general, María Esther Gámez, y otros dos funcionarios", acotó. Al no recibir respuesta de ninguna autoridad, "al no tener oídos receptivo al planteamiento de despido, él hizo una rueda de prensa y acusó a todos ellos de formar parte de una red de corrupción en la universidad...". Luego de aclarar que su punto de vista no era si había o no corrupción en la BUAP, el investigador considera que "la acusación y la demanda que hizo Samuel lo hizo en un contexto de carácter personal". Para conocer la entrevista completa pueden consultar la liga: http://www.radioformula.com.mx/notas. asp?Idn=336857#sthash.EzhbX7dO.dpuf |
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La historia de esos días
viernes, 5 de julio de 2013
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